Un viaje en bici con la historia siempre presente
El ferrocarril de Bergen abrió en 1909, pero Rallarvegen —la carretera de Navvy— no se abrió a los ciclistas hasta 1974. En la actualidad, cada año cientos de noruegos y de turistas internacionales recorren en bici los antiguos caminos que hay entre Haugastøl, Finse, Voss y Flåm.
La construcción del ferrocarril de Bergen entre Oslo y Bergen, allá por 1900, está considerado uno de los proyectos ferroviarios más complejos de toda Europa. Antes de que pudieran empezar a construir el ferrocarril, tuvieron que crear carreteras para transportar los materiales hasta las montañas desde Voss, Flåm y Geilo. Esta carretera, que cubre un total de 120 kilómetros, es la ruta que ahora se recorre en bici. “Rallar” es un antiguo término noruego para referirse a un trabajador de la construcción itinerante, normalmente suecos o noruegos. La carretera recibió este nombre en honor a dichos trabajadores.
Hacer esta ruta en bici no solo ofrece unas vistas espectaculares de la naturaleza, sino que también incluye la historia cultural de la zona. Tómese el tiempo necesario para observar algunos de los puentes y túneles que hay por el camino. El puente de Kleivabrua, en Kleivagjelet, entre Hallingskeid y Myrdal, uno de los mayores retos de este proyecto ferroviario, y su precioso puente de piedra de 35 metros de largo es una maravillosa muestra de ingeniería.
Consejo: antes de iniciar su viaje en bici, lea Los puentes del mañana, de Jan Guillou.